Los nombres de los pueblos a vueltas en el siglo XX

La tradición oral segoviana conserva denominaciones de pueblos, a priori, incompletas o incorrectas: La Puebla, Las Aldehuelas, Pedraza, Carrascal, Adrada..., formas vigentes en el Catastro de Ensenada (siglo XVIII). Actualmente todos estos pueblos figuran con apelativos en sus nombres oficiales: Puebla de Pedraza, Aldehuelas de Sepúlveda,  Pedraza de la Sierra, Carrascal (de La Cuesta o del Río) o Adrada de Pirón. 

Posiblemente en algunos casos esas concreciones o "apellidos" se pierdan en el tiempo; o incluso,  es probable que procedan desde tiempos de su fundación. Pero en otros casos se puede documentar el cambio. La alteración nominal más conocida, por la repercusión en los medios de comunicación, es la efectuada en Otones. Tras la reforma agraria nacional que posibilitó a los vecinos de esta localidad la tenencia de tierras, la comunidad decidió agregar en 1928 el apelativo "de Benjumea" en agradecimiento al ministro que hizo posible la redistribución del terreno, Luis Benjumea.

Doce años antes el Gobierno emprendió una gran reforma de nombres de municipios a nivel nacional. El 2 de julio de 1916 se publicó en la Gazeta (actual Boletín Oficial del Estado) un Real Decreto. En dicho texto se aprobó una revisión propuesta por la Real Sociedad Geográfica. Dicha proposición cambiaba la denominación a 573 municipios de España.

La razón principal que propició esta medida fue la confusión entre localidades de misma denominación toponímica. En aquella época, según el texto, debían existir al menos 1020 ayuntamientos con idéntico nombre. Este hecho debía de generar confusión administrativa en una sociedad local que comenzaba a ser industrializada y que recibía ya las mejoras en la comunicación (carreteras y vehículos a motor, principalmente). Esta nueva realidad trajo consigo relaciones económicas, sociales, políticas y culturales entre núcleos cada vez más alejados. Los títulos locales quedaron inservibles ante el nuevo panorama regional/nacional que se abría paso: un antes y un después que comenzaba para las sociedades rurales.

El criterio a seguir para establecer nombre, según reza la orden, era el siguiente: entre localidades del mismo nombre, se debería mantener intacto el nombre en aquel de mayor volumen poblacional. Para el resto de las homónimas, se buscarían accidentes geográficos (corrientes de agua, montañas, terreno...), antecendentes históricos... sin otro presunto arbitrio que "el que la tradición, el uso o los afectos de cada localidad vienen consagrando".

En la provincia de Segovia se pueden documentar los siguientes cambios, que transcribimos al literal. 

"Alconada, partido de Riaza, se llamará Alconada de Maderuelo. 
Aldea del Rey, partido de Segovia, se llamará Aldea Real. 
Arevalillo, partido de Sepúlveda, se llamará Arevalillo de Cega. 
Cabañas, partido de Segovia, se llamará Cabañas de Polendos. 
Escalona, partido de Segovia, se llamará Escalona del Prado. 
Fuentesaúco, partido de Cuéllar, se llamará Fuentesaúco de Fuentidueña. 
Grado, partido de Riaza, se llamará Grado del Pico. 
Hinojosas, partido de Sepúlveda, se llamará Hinojosas del Cerro. 
Honrubia, partido de Riaza, se llamará Honrubia de la Cuesta. 
Hontanares, partido de Segovia, se llamará Hontanares de Eresma. 
Ituero, partido de Santa María de Nieva, se llamará Ituero y Lama. 
Linares, partido de Riaza, se llamará Linares del Arroyo. 
Losana, partido de Segovia, se llamará Losana de Pirón. 
Membibre, partido de Cuéllar, se llamará Membibre de la Hoz. 
Narros, partido de Cuéllar, se llamará Narros de Cuéllar. 
Palazuelos, partido de Segovia, se llamará Palazuelos de Eresma. 
Pelayos, partido de Segovia, se llamará Pelayos del Arroyo. 
Saldaña, partido de Riaza, se llamará Saldaña de Ayllón. 
Santa Marta, partido de Sepúlveda, se llamará Santa Marta del Cerro. 
Villagonzalo, partido de Santa María de Nieva, se llamará Villagonzalo de Coca. 
Yanguas, partido de Segovia, se llamará Yanguas de Eresma."

En Segovia, después de 102 años de implantación de esta medida, se conservan en el vocabulario popular las denominaciones previas a dicha reforma. Estas expresiones son un resabio identitario en el siglo XXI: un reconocimiento de las antiguas formas mantenidas en el legado de la oralidad y la memoria.


Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Losana de Pirón (Segovia)
Fuente: La Caldera

Comentarios

  1. En relación con el cambio de nombre de Otones de Benjumea, precisar que Luis Benjumea no era ministro, sino Director General de Acción Social dentro del Ministerio de Trabajo. Y corroborar que, efectivamente, este cambio tuvo un gran impacto
    mediático porque la mayor parte de los periódicos de la época se hicieron eco de la noticia.
    Ello se debió a que esta alteración nominal estuvo asociada a la reforma agraria de la Dictadura de Primo de Rivera, de la que el pueblo de Otones fue el primer beneficiario de toda España

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