Días de función en 1902: la Fiesta de San Roque en Cantalejo

Estamos en los días centrales del mes de agosto. El verano, tras estos días, se da prácticamente por amortizado. Pero, todavía queda un resquicio para la fiesta y el regocijo. La Virgen y San Roque, 15 y 16 del respectivo mes, son festejados en una explosión generalizada de celebraciones por toda España. 

En La Caldera transcribimos la noticia que el día 22 de agosto de 1902 recogió El Porvenir Segoviano: diario de avisos de Segovia sobre la fiesta de San Roque en Cantalejo. Como podréis comprobar, la descripción exhaustiva (de gusto decimonónico) que nos ofrece el corresponsal de los distintos momentos de la fiesta nos permite conocer cómo podría ser una fiesta en Segovia a principios del siglo XX en el comienzo de la incursión de la música de salón en las sesiones de baile. 

"LA PROVINCIA. CANTALEJO.

Con extraordinaria admiración se han verificado en esta villa las tradicionales fiestas de San Roque. 

Hubo festejos para todos los gustos: fiestas religiosas, bailes de rueda, de salón, verbena y corrida de novillos. 

I.Fiestas religiosas. Lleno el templo de fieles verificáronse con gran solemnidad, pronunciando el ilustrado párroco Sr. Gómez Sanz, un precioso sermón. La procesión resultó brillante, ejecutando los tradicionales danzantes superiores números de su programa, aún cuando la fuerza de los rayos solares impedía presenciarlos con el gusto que se merecen esas morunas y típicas danzas. 

¡Hay que ver la inmensa multitud apiñada para contemplarlos!

De forma que ayer como antes, 

en la fiesta de San Roque

se llevan el alboroque

los danzantes.

Danzantes de Cantalejo y sus músicos retratados en la plaza de toros de Segovia
retratados por Otto Wunderlich (1926)
Fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España
Licencia CC-BY-NC-ND

II.Bailes de rueda. Ante los armoniosos acordes de la dulzaina brillaron día y noche hasta no poder más, las bellísimas jóvenes de esta localidad y de los pueblos inmediatos, luciendo magníficos trajes típicos del país, en los que sobresalía el manteo de paño superior preciosamente adornado y el mantón de Manila. Había innumerables bellezas, no citando nombres ante el temor de omitir a muchas cuyos nombres no recuerdo. 

Si en ese humano pensil

parte activa yo tomase,

yo pidiera que sonase

a diario el tamboril. 

III.Bailes de salón. Resultaron brillantísimos; cedido galantemente por el Sr. Alcalde un salón de la Casa Consistorial, concurrieron las muy bellísimas señoritas Eufemia Mardomingo, María González, Eulalia Grimau, Teófila Cuenca, Carmen Montero y su primita Matilde Montero, Felisa García, Paquita Carretero, Petronila Barrio, Pepita Lobo y otras que lamento no recordar en este instante, y los jóvenes Pepito Useros, Antonio Mardomingo, Julián Grimau, Julián Pascual, Antonio Gil, Clemente Gil, Eugenio Velasco, Maximiliano Sancho, Antonio Montalbán, Mariano Zamarro, Enrique Grimau y otros; ejecutándose por la música muchos y buenos bailables, y sucedió lo que siempre en tales casos sucede, Morfeo aprisiona a todos entre sus dulces brazos, soñando ellas lo que muy quedito les dijeron sus admiradores, y ellos reflejando en sus ensueños las divinas imágenes que hubieron con entusiasmo contemplado. 

Edificio histórico del Ayuntamiento de Cantalejo
Fuente: Galería del Ayuntamiento de Cantalejo

Y al final de la jornada

siempre ha sucedido igual, 

muy cansado cada cual

y de resultado... nada. 

IV.Corrida de novillos. Con gran afluencia de forasteros y todo este vecindario verificose la fiesta nacional, el día 16. 

La noche anterior tuvo lugar el encierro sin incidentes, aun cuando por muchas personas presenciado. 

A las once de la mañana lidiaron dos vacas bravas que llaman la probadilla presidiendo el teniente alcalde señor Ramos. 

Los aficionados se lucieron con incidentes notables sin consecuencias. 

La plaza arreglada en el invierno pasado, por no haber podido pasar el rodillo y por la falta de lluvia no estaba lo suficiente apisonada si bien resulta llana y acondicionada. 

A las cuatro de la tarde sube el señor Alcalde que preside, de la mayoría de los señores regidores acompañado, al palco presidencial y da la señal de que empiece la corrida. 

Sale la cuadrilla compuesta de Currito, Burgalés y Gefateño a quienes acompaña el niño Bernardito, hijo del señor Grimau, luciendo precioso traje de luces, precedidos del alguacil y seguidos de las mulillas. 

El desfile resulta bien y el señor Yagüe hace ejecutar al caballo que monta piruetas sin número y más hubiera hecho si, un mal intencionado que se quien fue no le hubiera arrojado al pasar un puñado de tierra en los ojos. 

Hecha la señal por el Presidente se abre el chiquero y sale una vaca que despeja inmediatamente la plaza y da un achuchón al Gefateño que desde este momento se retira de la lidia pensando

que es más cómodo mirar

como los otros torean,

y no que otros le vean

por el redondel rodar. 

Cerrada la primera vaca sale el primer toro [...]"

Plaza tradicional de toros de Cantalejo
Archivo particular